El francés Ugo Humbert atraviesa una situación insólita dentro del circuito ATP: encontrar compañeros de entrenamiento se ha convertido en una dificultad gigantesca. A sus dificultades por ser zurdo, se le ha sumado una fractura en el dedo que ha hecho que sus colegas le eviten para tener sesiones de práctica, obligándole a depender de sparrings o, incluso, de sus propios preparadores físicos para estar listo para sus torneos.
Un zurdo con un dedo menos
Ugo Humber admitió tras su derrota, contra las apuestas Mutua Madrid Open de Betfair, que, esta vez, no fue la pista ni el rival lo más complicado, sino coordinar siquiera un entrenamiento previo en condiciones. “¡Nadie quiere entrenar conmigo! Como zurdo, ya es complicado, pero con un dedo menos es aún peor. En Madrid ha tenido que entrenar toda la semana con sparrings”, confesó a los medios.
El origen de este problema se remonta al Masters 1000 de Montecarlo, donde Humbert sufrió una fractura del quinto metacarpiano al golpearse la mano contra una mesita de noche en su habitación de hotel. A pesar de que siguió compitiendo con el dedo vendado y pudo avanzar en el cuadro, el miedo a lesionarse o la incomodidad de golpear pelotas con una mano parcialmente inmovilizada ha hecho que sus compañeros de circuito eviten cualquier práctica con él.
Además, esta situación no es nueva: hace apenas unas semanas, en Múnich, otro de los favoritos en las apuestas tenis como Cerúndolo canceló a última hora un entrenamiento pactado con el francés, optando por trabajar con otro jugador sin previo aviso. Humbert lo comentó de la siguiente manera: “La semana pasada en Múnich había firmado para entrenar con Cerúndolo. Pero una hora antes del entrenamiento, sin decírmelo, decidió entrenar con otro chico. ¡Me está volviendo loco!”