El documental “El show: crónica de un asesinato” estrenado en 2023, expuso un momento peculiar en el programa Pácatelas, donde Paco Stanley leyó un saludo de Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, quien recientemente se entregó a las autoridades estadounidenses en El Paso, Texas.
El estilista español Jomari Goyso, quien fue testigo en la boda de Ángela Aguilar y Cristian Nodal, también ha sido una fuente clave al ofrecer detalles sobre el evento conmovedor donde el padre de Ángela, Pepe Aguilar, dedicó palabras emotivas a los recién casados. Sin embargo, este acontecimiento contrasta con el tenso episodio que involucra a Stanley y Zambada.
Durante una emisión de Pácatelas, Stanley leía peticiones del público cuando se encontró con un mensaje de Zambada: “Reciba un pequeño presente de su amigo Mayo Zambada, de Culiacán, estamos aquí presentes su familia e hijos…”. Interrumpiéndose, Stanley mostró nerviosismo al darse cuenta de la indicación de no leer el mensaje en público, preguntándose “¿Quién es Mayo, en dónde está?”. El co-presentador Mario Bezares se rió del bochornoso momento.
El fragmento del documental se viralizó en redes sociales, donde internautas especularon que un hombre en el público podría ser Zambada. No obstante, el ex agente de la DEA, Mike Vigil, considera improbable que Zambada asistiera al programa, dada su necesidad de mantener un perfil bajo para evitar la captura.
El Mayo Zambada, conocido por su habilidad para evadir la justicia, mencionó en una entrevista con Julio Scherer que vivía en la sierra, lejos de eventos públicos y siempre con miedo a ser capturado. Esta precaución hace poco probable que estuviera presente en un programa televisivo de alcance nacional.
Tras la reciente entrega de Zambada a las autoridades en El Paso, Texas, la DEA confirmó su detención, retirando la recompensa de 15 millones de dólares que ofrecían por su captura. Este giro marca un cambio significativo en la vida del narcotraficante, quien por mucho tiempo se pensó que podría evadir la justicia.
La conexión de Paco Stanley con el narcotráfico ha sido tema de especulación, especialmente después de su asesinato en 1999. Su muerte generó diversas teorías y sospechas, incluyendo posibles vínculos con el crimen organizado, aunque nunca se confirmaron.
Este episodio resalta la interacción inesperada entre figuras públicas y el mundo del narcotráfico, subrayando la complejidad y el peligro inherente en estas situaciones.